Ahora sé que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el pie derecho. Que los tacones a las cuatro de la mañana en una fiesta, ya no están en los pies. Que las medias se rompen muy fácilmente, y que el pintalabios rojo no se borra de las camisas blancas.
Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho.
Tratar de destruír lo nuestro,es como tratar de destruír un huracán.
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